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El sitio muestra frases de ejemplo para palabras. ¿Cómo se podría usar la palabra en una frase?
" ... 1. Desorden de personalidad narcisista. El término “narcisista” se menciona a menudo en conversaciones cotidianas, casi como un adjetivo más o una burla hacia otra persona. La mayoría de nosotros puede tener rasgos narcisistas, pero un individuo con este tipo de trastorno de la personalidad dedica todo su tiempo y su esfuerzo a buscar fama, fortuna y poder. Se ven a sí mismos como gente especial, y creen que merecen relacionarse exclusivamente con personas que estén en su nivel. Necesitan admiración y pisarán a la persona que tengan al lado si lo consideran necesario para lograr sus objetivos. Cuando te enfrentas con un narcisista, es útil reconocer que aunque en una impresión superficial parezca arrogante e impermeable a la crítica, debajo hay una baja autoestima, miedo al fracaso, ansiedad y vergüenza. Por lo tanto, es importante reconocer constantemente cualquier contribución positiva. Si se trata de un jefe o un compañero de trabajo, elogiarlos siempre que sea posible, tanto en público como en privado. Trata de identificar algo positivo que el individuo ha logrado antes y después de discutir lo que necesita mejoras. ... "
" ... Aristocrático podría responder al adjetivo de este Clos du Mesnil del 2003. Las hectáreas donde se cultivan las uvas chardonnay de este espumoso están situadas en un pequeño pueblo llamado Mesnil–sur-Orger y protegidas por murallas. Este champagne, que pasa más de 10 años de crianza en las cavas de la bodega, hace una pareja perfecta con un maridaje de langosta. ... "
" ... Como curiosidad añado que no podía llamarse «española» porque la única Real Academia que incluye ese adjetivo es la de la Lengua, que se llama Real Academia Española. ... "
" ... En la Plaza de Santa Ana, delante del Hotel Reina Victoria, cohabitaron los toreros y literatos a sorbos entre el café y el tabaco. Hoy, la estatua de Federico García Lorca que preside la plaza madrileña, frente al Teatro Español, es testigo de los alaridos de los hinchas del Legia de Varsovia. “Es la decadencia de Occidente”, musita Simón Casas (Nimes, Francia, 1947). El productor taurino (no le gusta demasiado el adjetivo de “empresario”) acaba de hacerse con la dirección de la Plaza de Toros de Las Ventas. Nuevos tiempos para la tauromaquia, impregnada más que nunca de luces y sombras, dentro de un tiempo especialmente complicado para dedicarse a la producción del toreo. ... "
" ... No, y además creo que el concepto de «mariquita mala» es muy homófobo, porque es como cuando dicen que las mujeres son conflictivas. En cuanto te defiendes utilizan ese adjetivo. Pero yo no creo que la maldad tenga que ir asociada con determinada actitud o identidad sexual. No, yo nunca fui una mariquita mala y no creo que existan las mariquitas malas. Existe la gente chunga y la gente tóxica de todo tipo. ... "
" ... Va a sonar muy mal, pero yo creo que nace hace diez años con ISDI. Te digo esto por lo siguiente: existían escuelas de negocio de toda la vida, con gran reputación y profesores magníficos, pero todas utilizaban la metodología del caso. Cuando nació ISDI lo hizo con el foco de internet. Hablamos de conceptos, herramientas y prácticas que nunca se habían utilizado, y no se trataba solo de coger el máster de toda la vida y añadirle el adjetivo ‘digital’. Así que pensamos: ¿no nacemos de cero? Tengamos una genética propia, no arrastremos la del siglo XX si estamos naciendo en el XXI, para un perfil de empresa distinta sobre una realidad tecnológica diferente. No quisimos adherirnos al método del caso –no porque sea malo, es un método fantástico que ha funcionado durante más de un siglo– sino porque quisimos poner al alumno como líder de su aprendizaje. Una nueva concepción del proceso, no con el profesor como guía, sino como el alumno que busca y descubre. ... "
" ... ¿Crees que la televisión no importa? Échale un vistazo al flamante presidente electo de los Estados Unidos. Queramos o no aceptarlo, hay personas que se ganan la vida (y muy bien ganada) aireando sus trapos sucios, abriendo las puertas de su casa a millones de telespectadores ávidos de carroña y quitándole a la expresión “vida privada” el adjetivo. ... "