¡Precaución! El sitio no puede garantizar que el texto tenga permiso de edad. El sitio no es recomendado, si tienes menos de 18 años.
El sitio muestra frases de ejemplo para palabras. ¿Cómo se podría usar la palabra en una frase?
" ... Al igual que comparte tus éxitos con las personas que te rodean, es importante compartir también tus fracasos. En muchas ocasiones lo único necesario para superarlo es asumirlo, y contarlo, verbalizarlo, es una manera de hacerlo. Es posible que al principio te resulte un tanto traumático, o que te sientas vulnerable al expresar aquello que consideras un fracaso, pero es la primera fase de recuperación. ... "
" ... El Grupo Zeta ha luchado con éxito por su supervivencia en los últimos años. Se le ha añadido la crisis de la prensa a una fragilidad financiera que ha forzado reducciones de salarios y plantilla. Su CEO cree que ha llegado el momento de convertir la revolución digital en un punto de inflexión definitivo y no descarta vender activos estratégicos para conseguirlo. Está convencido de que van a vivir para contarlo. ... "
" ... Hay que hacerlo, como mínimo para informar. No soy yo de decir: “Acabo de subir el Teide”. No sé si por pudor… no lo sé, pero contarlo porque yo he estado no me termina de convencer. Otra cosa es contar el documental que hicimos sobre la subida de (Alexander von) Humboldt al Teide y eso sí me gusta compartirlo, es casi un relato corto. Pero los tuits son demasiado breves. ... "
" ... Imagino que mi delito ha prescrito. No estoy seguro de que hayan pasado los años necesarios, pero por dignidad tengo la obligación de confesar algo: durante mucho tiempo me inventé sueños, historias que jamás se le ocurrieron a mi subconsciente, pero que me hacían parecen interesante. Imaginé grandes persecuciones, tuve actuaciones heroicas memorables, se produjeron acontecimientos inolvidables y llegué a volver al pasado, como si mi cabeza fuera un Delorean, para luchar en el Coliseo. Nunca soñé nada de eso, pero era divertido contarlo y, sobre todo, ocultaban la humillación que yo sentía por recordar poco lo que sueño y, en la mayor parte de las ocasiones en las que me acordaba, por ser mi material onírico lo que yo consideraba por aquel entonces una tontería supina. ... "
" ... Me dije: vamos a intentar hacer lo mismo, pero en vez de transportar personas, hagámoslo con productos locales y en menos de una hora”. Pierre empezó a enviar correos electrónicos pidiendo ayuda a inversores por la red social LinkedIn, y logró convencer a unos cuantos. Uno de los primeros fue el inglés Sacha Michaud, cofundador de Glovo, quien apoyó su iniciativa. “En mis mensajes fui muy abierto, les explicaba brevemente en qué consistía mi proyecto y cómo llevarlo a cabo. Hay gente que no es partidaria de contarlo todo al principio, pero yo no confío mucho en las ideas innovadoras. La idea es lo último que importa. Es más relevante ser rápido y ejecutar bien”. ... "
" ... Sabemos sus nombres, a qué se dedican, sus cifras, sus novedades. Y eso que hace diez años eran unos desconocidos o ni siquiera existían. Pero lo que no sabíamos de Ecoembes, MásMóvil es cómo se fraguó su historia, cómo fueron sus inicios cuando apenas tenían dinero para materializar sus ideas. Hoy pueden contarlo porque han alcanzado el éxito. Óscar Martín Riva, consejero delegado de Ecoembes, nos lo explica al detalle. ... "
" ... Si quieres llegar al éxito, lo primero que tienes que hacer es llegar. Vamos, llegar vivo. Si no duermes bien, comes a deshoras o llevas a cabo cualquier otro hábito poco saludable, no esperes ser productivo. Cuídate, te será más fácil llegar al éxito. O al menos, llegar y poder contarlo. ... "
" ... Todo apunta a que pronto nuevos dispositivos más modernos y exclusivos aparecerán en el mercado, revolucionando de nuevo nuestra forma de viajar. Y nosotros estaremos para contarlo. ... "
" ... Todo eso ha cambiado mucho. Y ha cambiado porque en esos países las sociedades se han dejado caer en manos de políticos islámicos o cercanos al Islam, como único recurso a una pobreza que parecía intocable, inamovible, un destino de marginalidad, y eso trato de contarlo también. Ahora es impensable que alguien en Siria o en cualquiera de los países limítrofes (salvo la isla de Israel), incluso en el Egipto más laico de ahora, renuncie a Dios y se defina ateo. No podría. Socialmente sería un apestado, o casi, si se reconoce como ateo. Y ese valor de la religión como «salvador» y al mismo tiempo como depredador, está también presente en la novela, en la ambivalencia de “a ti te rescata” y “a mí me mata” o viceversa. ... "