¡Precaución! El sitio no puede garantizar que el texto tenga permiso de edad. El sitio no es recomendado, si tienes menos de 18 años.
El sitio muestra frases de ejemplo para palabras. ¿Cómo se podría usar la palabra en una frase?
" ... 4. Voy a tomar el trabajo con un salario bajo, ¡sólo darme una oportunidad! ... "
" ... A los 12 años, comenzó a levantar pesas como una forma de lidiar con su terrible experiencia. «Eso me ayudó a ganar confianza en mí mismo y en mi aspecto, e hice muchos nuevos amigos», dice. «También me hizo darme cuenta de que trabajar duro obtiene resultados, y me pregunto qué más podría hacer con esta mentalidad». ... "
" ... Confiesa Roser Tiana que siempre ha sido una persona muy orgullosa y, siendo hija de viuda y la mayor de tres hermanos, nunca le quiso pedir dinero a su madre, por lo que rápidamente se puso a trabajar. Primero combinaba sus estudios en el Liceo Francés con las clases particulares y las labores de canguro. “Posteriormente, entré en una empresa con sede en Barcelona pero que organizaban todas las ferias de moda de Ifema Madrid. Servigesa, se llamaba. Entré para hacer sobres. Y cuando digo hacer sobres me refiero a centenares de sobres que tenía que etiquetar, poner el sello y cerrar, en una época en que ni los sobres ni los sellos eran adhesivos. Al cabo de un tiempo, empezaron a darme trabajos de responsabilidad. Hasta que me propusieron ocupar la subdirección del despacho”. Aceptó, aunque ello implicó que tenía que dejar la carrera universitaria que estaba estudiando. “Era un trabajo que me gustaba y de subdirectora acabé pasando a directora. El problema era que trabajábamos exclusivamente con el mundo de la moda, que siempre es muy especial”. ... "
" ... De lo que más orgulloso se siente Priego es de la relación con sus suscriptores: “Numerosos profesores, de varios países hispanos, me han pedido utilizar mis vídeos en sus aulas, incluso, un profesor utiliza mis vídeos como premio para los alumnos, así, si todos se portan bien, les enseña un vídeo mío al final de la clase. También me enorgullece ver cómo los padres se acercan a mí a darme las gracias junto a sus hijos, alguno incluso de poco más de 8 años. Por otro lado, al tener un contenido para todas las edades, me alegra muchísimo que sigan mis vídeos personas adultas, incluso científicos, que me dicen que les encanta mi trabajo”. ... "
" ... Durante su charla, contaba que este año el Mobile World Congress (MWC) dejó una anécdota: “Nosotros hacemos unas presentaciones muy especiales en el MWC que se celebran en febrero, y en este último congreso perdí mi gorro. Antes de que comenzara el evento, puse un Tweet en el que decía que no lo encontraba y, lo que para mi era una pérdida que me daba pena, se convirtió en un drama. Di la conferencia sin gorro, pero es verdad que, casi sin darme cuenta, esa imagen del gorro se ha metido muy dentro mi”. ... "
" ... Era una asignatura en la que yo estudiaba poco y sacaba un 10 siempre. Para mí era una novedad total. Además, era la mejor de la clase. Me sirvió para darme cuenta de que algo se me daba bien. Yo era una niña muy habladora en clase, impertinente incluso, pero cuando había Economía no hablaba. Entendí que me servía para las cosas que quería hacer. Fue lo que hizo que en 2º de Bachillerato ya supiera que quería estudiar Economía. ... "
" ... Exactamente, solo que era cualquier cosa menos una acotación. Julia consiguió los títulos de Madre de los Césares, Madre de los Emperadores, Madre de los Ejércitos, Madre del Senado y Madre de la Patria. Nos llega como una acotación porque hasta hace muy poco la historia ha estado escrita solo por hombres. Yo sabía que había sido una mujer inusual, y empiezo a darme cuenta de su dimensión por la biografía que escribe la historiadora Barbara Levick. No es que las mujeres reescriban historia, sino que ayudan a escribirla más completa, y yo trato de estar en esa línea. Levick dice que no entiende cómo no existían novelas o películas sobre un personaje como Julia, y bueno, he hecho lo que dependía de mí. No una, sino dos novelas. ... "
" ... Las primeras impresiones son las más peligrosas trampas que pueden existir a la hora de contratar a alguien. A la hora de buscar al candidato idóneo para un puesto es necesario dejar de lado la subjetividad y centrarse en un análisis exhaustivo donde cada gesto cuenta, con el fin de desenmascarar la versión impostada que todos vestimos en las entrevistas de trabajo para dar la mejor impresión posible. ¿Realmente pueden dejarse de lado las impresiones superficiales que se tienen en una entrevista de no más de una hora? Estas cuatro técnicas pueden ser muy útiles para evitar posteriores lamentaciones: “¿Cómo pude no darme cuenta cuando le entrevisté?”. ... "
" ... Me devolvió al encierro el mismo chófer, al que tampoco pude sacarle nada de quién grabaría el VIP (ahora ya se sabe) pero yo tampoco solté ni prenda para hacerme valer, para darme importancia, como están las patatas más ricas, a la importancia. ... "
" ... Una noche estaba sentado en mi auto fuera de la Universidad de Columbia, donde mi esposa Shirley estudiaba antropología. Mientras esperaba escuchaba la radio y oí a un periodista preguntar: «Ahora que llegó a los setenta y cinco, ¿tiene algún consejo para nuestra audiencia sobre cómo prepararse para la vejez?». Una voz irritada dijo: «¿Por qué últimamente todos me preguntan sobre la vejez?». Reconocí la voz de John Cage. Estoy seguro que muchos saben quién fue —el compositor y filósofo que influenció a gente como Jasper Johns y Merce Cunningham y al mundo de la música en general. Apenas lo conocí y admiré su contribución a nuestro tiempo. «Sabes, no se cómo prepararme para la vejez», dijo. «Nunca tuve un empleo, porque si tienes un empleo, algún día alguien te lo sacará y entonces no estarás preparado para la vejez. Para mi ha sido lo mismo cada día desde los doce. Me levanto a la mañana y trato de darme una idea de cómo llevar el pan a la mesa hoy. Es lo mismo a los setenta y cinco: me levanto cada mañana y pienso cómo voy a llevar el pan a la mesa hoy. Estoy excelentemente bien preparado para la vejez». ... "
" ... Ya se sabe que siempre hay un final previsto para el trabajo de un embajador, incluso antes de instalarse en el escritorio de la embajada. Es una fecha marcada en negrita sobre el calendario, que se sabe que eventualmente llegará. Es como un reloj de cuenta regresiva que siempre está sonando en tu cabeza. Eso es lo que me motivó a completar la agenda muchos días, llegar a hacer todo lo posible antes de que se acabara ese tiempo. Nunca había realizado este tipo de trabajo, y era consciente de tener un jefe que me servía de inspiración y además me desafiaba a trabajar duro, a impulsar posibles cambio, a ser innovador y a construir relaciones. Me propuse darle un giro a la misión encomendada. Cuando el periodo llegó a su fin, comencé a darme cuenta del impacto que habíamos tenido, algo realmente palpable. Nunca me percaté de que iba a ser un viaje tan extraordinario e impactante. ... "