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El sitio muestra frases de ejemplo para palabras. ¿Cómo se podría usar la palabra en una frase?
" ... 8. “Cuidado con los pequeños gastos: una fuga diminuta hace que naufrague un gran barco”. – Benjamin Franklin ... "
" ... Era el medio de un día soleado de verano con luz intensa y poca actividad en un parque de la ciudad local en Canadá cuando esta diminuta rana arborícola del Pacífico se sentó en una flor. Una prueba más de que realmente no hay mal momento para adentrarse en la naturaleza con una cámara. ... "
" ... La brutalidad de sus comentarios contra la izquierda, la democracia cristiana y la mayoría de los periodistas tampoco se entiende sin un sentido del espectáculo heredado de Antonio Herrero y José María García. Y en lo personal, no se comprenden sin el enamoramiento fugaz de una mujer internada en un campo de concentración en China en los 70 y el dolor que le provocó pensar que quizás no volviera a verla porque la habrían fusilado. Su recurrente odio a los nacionalismos regionales es el reverso de un pasión por su Orihuela de Tremedal, diminuta localidad aragonesa donde la comunidad era más importante que los individuos y en la que vivió una infancia feliz pese a que la familia tuviera que darse calor durmiendo en la misma habitación una vez los niños recogían las cabras al atardecer. Eso era España y la llegada de la democracia, para él, fue la carretera que asfaltaron hasta su pueblo, las comunicaciones, la modernidad y la libertad de expresión… tras una Guerra Civil que había destruido y silenciado la convivencia. ... "
" ... Portugués de la diminuta isla de Madeira. El único deportista de élite en alcanzar la cúpula y el primero de los 3 hombres de nuestro ranking. 116 millones de pares de ojos siguen cada uno de los movimientos del futbolista del Real Madrid FC. ... "
" ... “Una no nace en París para olvidarse de la ropa ni un segundo” dice Diana Vreeland en sus memorias (Diana Vreeland, editorial Superflua, 2020) al hablar de su llegada el mundo y del punto de partida de su apego a la moda. Pasar largas tardes de infancia recorriendo el Louvre y adiestrando su diminuta –pero esbelta– figura en clases de ballet le hizo disfrutar de una vida que, aunque sin lujos, le permitió contemplar de cerca los placeres de la clase alta, analizando la vestimentas de sus mayores y fantaseando con la propia en versión adulta. Más tarde, ya fuera de su ciudad natal, le llegó el momento de abrir una pequeña tienda de lencería, en Londres, con clientas tan fieles como Wallis Simpson, la controvertida mujer del duque de Windsor. ... "