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El sitio muestra frases de ejemplo para palabras. ¿Cómo se podría usar la palabra en una frase?
" ... En el MAC de La Coruña voy con obra completamente nueva, realizada en el último año y medio. 42 cuadros. Cada sala va a tener un nombre distinto –’Los acróbatas de la ciudad’, ‘Romper moldes’, ‘La verdad’, ‘El estómago’, ‘Silencio blanco’, etc.– y en cada una voy a exponer lo que representa un testimonio, un fragmento distinto de Lita. Hay una sala enorme en la que voy a exponer mi estudio: voy a “romper” mi estudio y lo voy a trasladar a La Coruña, porque me hace mucha ilusión que la gente huela, pise y toque lo que es mi vida. Me parece precioso. Quiero que se vea lo que hay detrás de un cuadro, el uso de materiales, el desgaste de tubos, un montón de equipo que estamos limpiando los suelos, y esos suelos tienen una historia, y esa historia la quiero contar: el día a día. Cuando yo visito el estudio de un artista, lo que más me impresiona no es la obra, sino lo que hay alrededor: según lo que el estudio me dice, la obra se agiganta o se empequeñece… Si eso es tan importante para mí, quiero que la gente también lo vea. Y cuando en noviembre vuelva a comenzar a trabajar en La Haya, lo haré como un bebé: con un estudio completamente limpio, empezando de cero… ... "
" ... Muchos aplican el tópico del “todo es bueno en su justa medida”, frase que yo siempre he empleado o bien para justificar mis excesos (tras comer un bollo de mantequilla, pongamos por ejemplo) o para dar una explicación cuando me canso de algo (ver un par de minutos de “El Hormiguero”). Según este argumento, un poco de envidia fomentaría la autoexigencia y la competitividad, haciéndonos un poco mejores. No creo que sea posible, dado que nos mueve a no actuar con deportividad e imposibilita la alegría genuina por el otro. Como me pasó a mí con Deivid. No sé qué habrá sido de él, pero quiero pensar que hoy calza unas bonitas y limpias Nike Cortez que espero que ningún energúmeno envidioso con zapatillas de velcro pise y que, a pesar de mi penoso acto, él también recuerde con alegría ese verano en el que cantábamos “¡Tú y yo! Allez, Allez, Allez” cuando todavía no había muchos perros llamados Ricky. ... "